Hacia el misterio de Dios

El cristiano del futuro "deberá internarse en las insondables regiones del misterio de Dios".

El fundador de los Talleres de Oración y Vida, Ignacio Larrañaga dice que el cristiano del futuro

“deberá internarse en las insondables regiones del misterio de Dios. Experimentará que Dios es la Otra Orilla, medirá al mismo tiempo su distancia y proximidad; y como efecto de ello, el hombre llegará a sentir el vértigo de Dios, que es una fascinación, anonadamiento y asombro.Quienes regresen de esta aventura serán figuras cinceladas por la pureza, la fuerza y el fuego. Han sido purificados en la proximidad arrebatadora de Dios, y sobre ellos aparecerá patente y deslumbradora la imagen de su Hijo” (1)

El contenido esencial de este mensaje lo describe él, admirablemente y con profusión de detalles, en los “Encuentros de Experiencia de Dios”. Su mensaje es permanentemente una invitación "a iniciar el itinerario hacia el encuentro poniendo en acción todos los recursos humanos y psicológicos necesarios, y distintas formas de oración que juzga indispensables para los primeros pasos, y cuyo objetivo último no es otro que recuperar la unidad interior, la serenidad y la paz”. (2) Y de esta manera al experimentar a Dios, al “conocer” su hermosura y potencia, nace en cada persona un amor vibrante por El, una fuerza unitiva que produce un deseo fuerte de llegar a ser uno con El”, y así los hombres y mujeres de hoy pueden pasar por el mundo como una transparencia viva de Dios”.(3)

Correspondencia de contenidos

(1) (3) Larrañaga, I.: Muéstrame tu Rostro. Madrid, Ed. Paulinas, 1984.

(2) Luquin, C.: Una aventura del Espíritu. Madrid, Ed. Voz de Papel, 2004.